¨EL
AMOR ROMANTICO¨
CAPITULO
I
I.
¿que es el
AMOR?
1.1.
DEFINICIÓN
“El amor es un sentimiento muy complejo en el que se
interrelacionan muchos factores y que varía según las épocas históricas, las
zonas geográficas, los climas, la biología, la cultura, la economía, las formas
de organización social y política, las religiones, los tabúes y las normas
morales de cada comunidad, etc.”
El amor no es simplemente
que alguien te guste mucho más que los demás, sino un sentimiento diferente.
Por ejemplo, cuando alguien te gusta respondes afirmativamente a frases como
“es la clase de persona con quien me gustaría estar”, o sino, cuando amas a
alguien te identificas más con frases como “estoy realmente enamorada de él”
“sin él no podrías ser feliz”. Por tanto, en el amor se da un fuerte
sentimiento de apego hacia la persona amada y un alto grado de intimidad
emocional.
“El amor es una mezcla de instintos, emociones, normas,
prohibiciones y mitos bajo los cuales subyacen las creencias y cosmovisiones
que los grupos de poder político y económico nos trasladan a través de la
cultura. Estas creencias se invisibilizan porque se engalanan con las
vestiduras de la magia del amor, pero nuestros cuerpos, nuestra sexualidad,
nuestros sentimientos, están atravesados de ideología. Las
ideologías varían en cada época histórica: en la actualidad podemos afirmar que, en la cultura
occidental globalizada, nuestro amor es
capitalista.”
En lo que concierne en la cultura occidental se ha enfatizado
históricamente el amor romántico mucho más que en otras culturas. Sin embargo
la globalización ha extendido las ideas occidentales sobre el amor y el
romance. Este modelo de amor idealizado
pienso yo que podría crear falsas expectativas y conduciría a la frustración y
el fracaso afectivo, al confundir apego (que es un estado afectivo perdurable)
con el enamoramiento.
“El amor ha
permitido la supervivencia de la especie humana, y es un motor que mueve el
mundo. Somos
animales gregarios que necesitamos el aprecio y el afecto de la gente que nos
rodea. Aprendemos socializándonos y comunicándonos. Necesitamos abrazar y que nos
abracen, compartir buenos momentos, necesitamos que nos besen, que nos digan
cosas bonitas, que nos regañen cuando nos portamos mal, que nos enseñen, que
nos hagan o hacernos preguntas. Necesitamos
dormir entrelazados con alguien en la oscura noche... para darnos calor, para
compartir placeres, para no sentir miedo.”
Esto nos manifiesta que se vive en una
simbiosis que se establece cuando los individuos se comportan como si de
verdad tuviesen necesidad del uno y del otro para respirar y moverse, formando
así, entre ambos, un todo indisoluble; la necesidad de tener a alguien a tu
lado, para compartir momentos agradables, recuerdos que quedaran siempre pregnadas
en su mente, hasta los mismos detalles que a todas las mujeres nos gusta y nos
enamora; ya que somos más románticas, más sensibles y nos gusta que nos engrían
es por ello que cuando nos enamoramos damos todo a nuestra pareja ero a veces
esto tiene consecuencias al dejar que nuestra pareja también ejerza un control
sobre nosotras y que para nosotras eso es querer cuando realmente están que
ejercen un dominio haciéndonos sumisas y diciendo que “es amor”.
1.2.
ETIMOLOGÍA
DE LA PALABRA AMOR
“A
nivel etimológico el amor se relaciona con el deseo: querer procede
de quarare, “buscar”. Según José Antonio Marina (1999), la
palabra voluntad procede de la raíz
indoeuropea wel- “desear, querer”, de donde salieron el
francés vouloir, el alemán willu o el
eslavo velja, todos con el mismo significado.
Otra raíz es la de eros, palabra de origen desconocido que designaba el dios del amor y el deseo sexual en la Antigüedad griega. Por último, libido significa también “deseo”. Procede de la raíz indoeuropea leubh-, “amar, desear”, de donde han derivado el inglés love y el alemán liebe.”
“La
palabra Amor también se relaciona etimológicamente con el
agrado, el cuidado y con la pertenencia a un grupo: la raíz griega phil, de origen desconocido, no expresaba un sentimiento, sino la
pertenencia a un grupo social. Se utilizaba también para las relaciones de
hospitalidad; de allí pasó a significar “amigo”.
De
esta raíz procede también filtro como
“bebedizo para despertar el amor”. Otra familia, dilección, deriva del
latín diligere, palabra curiosa que procede del verbo leer, y que
designa una elección y estima basada en la reflexión. Implica “cuidado,
atención”.
La
palabra diligente ha pasado a significar
“dispuesto a hacer con prontitud e interés las cosas que tiene que hacer” pero,
según Marina (1999), se utilizaba originariamente como la palabra para designar
el significado de “amante”.”
1.3.
LA MAGIA DEL AMOR: EL COLOCÓN DEL
ROMANTICISMO
“El amor es
una condensación
de mitos que circulan por el espacio colectivo, pero también un cúmulo de
emociones potentes que nos cambian la vida, a veces de un modo radical. El amor
es una energía transformadora, pero está mitificada porque la sentimos como una
energía salvadora, cargada de falsas promesas. Es una utopía colectiva
posmoderna, y a la vez es un sentimiento universal. El romanticismo tiene mucho
que ver con la necesidad de compañía, del miedo humano a la soledad, nuestra necesidad de idolatrar a otros
semejantes. Al amor le pedimos que nos de intensidad, pero que sea eterno, que
sea bonito, pero que sea también conflictivo, que sea pasional, pero que nos da
estabilidad.” Por lo tanto esto nos manifiesta que el amor se ha convertido en una
necesidad de todo ser humano, es el caso de todas las mujeres en la que
mayormente siempre queremos tener a una persona a nuestro lado, en la que nos
gusta que nos quieran, sean detallistas con nosotras, que nos celen, que
tengamos a un príncipe azul, el hombre que toda mujer sueña. Buscamos siempre
estar en una relación llena de confianza y respeto mutuo en ambos; pero en
algunas situaciones no se logra hacer lo que pensamos ya que después nuestra
pareja va cambiando y mostrando su verdadero comportamiento muy distinto a como
fue antes de que se dé la relación ya que estaba en conquista; por lo tanto a
la vez hay hombres que se aprovechan de esta situación y lograr mantener el
poder en la relación y como toda mujer enamorada acepta lo que su pareja
decide. La estabilidad en la relación es uno de los puntos necesarios que toda
mujer desea cuando está con su pareja pero en ocasiones esto ve acabado ya que
dependiendo de la persona con quien esté decida o no mantener la relación a un
nivel más avanzado; al compromiso.
1.4.
EL MITO DEL MATRIMONIO POR AMOR
El
amor no ha sido nunca un requisito para la firma del contrato entre dos
familias. De hecho, muchos autores defienden la idea de que el amor ha
sido siempre un fenómeno extramatrimonial, es decir, de carácter adúltero; un
ejemplo de ello es el amor cortés, del que aún conservamos restos en nuestra
cultura. Ha sido así a lo largo de los tiempos hasta que cambió la
tendencia; en la actualidad la mayor parte de las parejas se unen por
amor (en España, por ejemplo, el amor es citado en las encuestas como
principal motivo para unirse legalmente a alguien).
El
matrimonio se ha convertido en un día muy importante en la vida de una
mujer es el de su boda. Curiosamente, las mujeres casadas también se
ilusionan con las bodas ajenas porque aunque su matrimonio no haya sido la
panacea de la felicidad, siguen creyendo en el mito de que la mejor
demostración de amor de un hombre es casarse con una mujer. De modo que las
mujeres son más propensas a desencantarse con el matrimonio porque le ponen más
expectativas que los hombres, que identifican menos las aventuras románticas
con el compromiso nupcial.
Y
sin embargo, a pesar de que el matrimonio aparece siempre como la máxima
aspiración vital y profesional de las mujeres; el hombres al casarse consiguen
una asistenta doméstica que les cuida, que les da hijos, que les alimenta, que
les viste, que les desnuda, que les espera en casa teniendo así quien le sirva.
El
matrimonio como fuente de felicidad es paradójico, porque todo el mundo conoce
las cifras de divorcios y separaciones, pero no parece que desistamos en
nuestra idea de encontrar a la media naranja, a la persona ideal, a la pareja
perfecta que nos colme por completo y la persona quien compartiremos nuestra
vida hasta la muerte.
En
la actualidad, son las mujeres las que interponen las demandas de divorcio, y
son muchas las personas que vuelven a enamorarse de nuevo, y a casarse de
nuevo, creyendo que por fin ha encontrado el amor “príncipe azul”, de nuevo
llegan a desilusionarse en el matrimonio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario